lunes, 11 de septiembre de 2023

Valparaíso antiguo

 

CAPÍTULO I: LOS ORÍGENES.

La zona donde se desarrolló posteriormente Valparaíso fue habitada por los changos antes de la llegada de los conquistadores españoles, pueblo eminentemente pescador y nómada, contaban con balsas de cuero de lobo para la pesca y se alimentaban, además, de moluscos y de frutos silvestres. El sector que se extiende entre Concón y la Punta Duprat era conocido como Alimapu (tierra arrasada por el fuego) por los picunches, mientras que la zona donde posteriormente se desarrolló la ciudad era denominada Quintil por los changos.

En la bahía de Quintil existía un poblado indígena que ocupaba la quebrada de San Francisco y que se mantuvo hasta 1552. En 1536, el pequeño número de indígenas dependía de Tanjalonco, señor de los indios de Quillota y de la mitad inferior del valle de Aconcagua.

CAPÍTULO II: LA ÉPOCA COLONIAL.

El Puerto de Santiago.

El descubrimiento de Valparaíso para los europeos se dio en el marco de la expedición a Chile del español Diego de Almagro, quien organizó en 1534, desde Cuzco, su viaje a este país. Aparte de la expedición terrestre que comandaba Almagro, hubo otra, marina, de apoyo, al mando de Juan de Saavedra, que incluía a la nao San Pedro, llamada Santiaguillo. Este barco ancló en la bahía de Quintil en los primeros días de septiembre de 1536 y Saavedra la renombró Valparaíso en recuerdo de su pueblo natal.

Pedro de Valdivia funda la ciudad de Santiago de la Nueva Extremadura en 1541 y Valparaíso fue considerado como su puerto natural. Valdivia nombra como su primer gobernador a Juan Bautista Pastene. Pasarán muchos años más desde la fundación de Santiago hasta que siquiera llegara a formarse un humilde rancherío, con presencia española permanente, y comenzara a desarrollarse como una "aldea". Durante este período de casi 300 años, no se efectuó en Valparaíso ninguna obra portuaria, salvo un pequeño muelle construido casi al filo de la Patria Vieja.

Curiosamente, no se tiene noticia de que esta ciudad haya sido fundada en algún momento.

“Gezigt van de Stad Valparayso in Chili” (Vista de la ciudad Valparaíso en Chile), grabado holandés que muestra a Valparaíso alrededor de 1740.     a) La fortaleza llamada Castillo Blanco.      b) Una batería (Correspondería al fuerte San Antonio).      c) La ciudad alta.     d) La gran ciudad

Plano que muestra El Puerto y El Almendral en 1790 (nota del autor; el Castillo del Rosario sería el San José Alto).

Piratas y corsarios.

En esa época, eran relativamente comunes los saqueos, destrucciones y muertes que causaban los piratas y corsarios. Es así como el 15 de noviembre de 1578 entra a la bahía la nave “Golden Hind” del corsario inglés Francis Drake que captura un menguado botín en las naves surtas en el puerto.

El corsario inglés Cavendish (1587) pone rumbo al Pacífico y saquea y quema los ranchos de “El Puerto”.

El 24 de abril de 1594, la nave “The Dainte” del corsario inglés Richard Hawkins ataca Valparaíso y quema 3 barcos y obtiene un magro botín.

En octubre de 1598 llega el corsario holandés Theodorico Gherrit con su nave y tripulación en deplorable estado, después de cruzar los tormentosos mares australes. Tras desembarcar negoció su rendición, siendo enviado en calidad de prisionero al Perú.

“BOMBARDEO I DESEMBARCO ejecutado en Valparaíso el 12 de Junio de 1621, por el almirante Holandés JORJE SPILBERGEN”. Colaborador/a: BLM Collection / Alamy Foto de stock de dominio público.

Los fuertes coloniales.

Autor: Guillet & Musso 1712

Paradójicamente, se dio que la esporádica presencia en las costas de Chile de corsarios, piratas y filibusteros durante la época colonial fue una de las causas del progreso, aunque leve, de algunos pocos puertos chilenos, como ser Valparaíso y Valdivia. En efecto, el paso de estos corsarios, piratas y filibusteros causaba, en el peor de los casos, pequeños daños en estas poblaciones costeras, dada su pequeñez y miseria; por ejemplo, cuando el corsario holandés Spilbergen atacó y bombardeó Valparaíso en 1615, este lugar consistía en tres edificaciones que no se sabe si eran bodegas o casas; sin embargo, el temor de los reyes de España y sus virreyes de Indias a que estos atacantes pudieran establecerse definitivamente en territorios coloniales americanos (como en verdad fue la intención de algunas expediciones corsarias holandesas) hacía que de tiempo en tiempo se ordenara la construcción de fuertes en algunas localidades costeras, cuya vida cotidiana se activaban con la presencia de las tropas de guarnición; así, en las vecindades de estos fuertes se iban desarrollando pequeños caseríos, cuyos habitantes vivían, en gran medida, en función de dichos fuertes. Valparaíso colonial llegó a tener 4 fuertes o castillos: el Castillo de San Antonio, el Castillo de la Concepción, el Castillo de San Joy el Castillo del Barón. Maltratados por los terremotos y el transcurso del tiempo, al final de la época colonial los fuertes mencionados, a pesar de algunos trabajos de reparación, estaban en muy mal estado.

Alrededor de 1600, Valparaíso construye el Fuerte de San Antonio (llamado después “Castillo Viejo”) a estribor de su rada, primer reducto fortificado del puerto. El corsario holandés Oliver de Noort (1600) logrará incendiar sorpresivamente tres barcos surtos en el puerto, pero la metralla de las baterías del Castillo Viejo, lo alejan de sus aguas sin poder completar el expolio.

La arribada de la flota de Joris Spilbergen, corsario alemán al servicio de Holanda, denunciada con tiempo desde Buenos Aires, será debidamente recibida. Valparaíso había reforzado su milicia, despejado de barcos su fondeadero y hundido una vieja nave en él, para evitar la aproximación a tierra de la escuadra enemiga. El 12 de junio de 1621, al mando de una flotilla de 6 naves Spilbergen bombardea el caserío y trata de desembarcar; sin embargo, es repelido por las tropas españolas y acaba por replegarse a sus naos, y dar la vela rumbo hacia sus Indias Occidentales.

Se construye el elevado Reducto de la Concepción sobre el punto de aguada (1676).

Se termina el Castillo de San José sobre el cerro nuclear del enclave, dotado de poderosos cañones de bronce. A sus pies, se remata este Castillo Alto con otro Castillo Bajo, plataforma o planchada prolongada hasta la playa, y artillada con cañones de hierro para el tiro rasante (1692).

Castillo de San Antonio

 

Izquierda. “Plano del Fuerte de San Antonio cituado en la parte ócidental del Puerto de Balparaiso” (sic) aparentemente de 1764 y firmado por Jose Antonio Birt.     Derecha. “Vista al Puerto de Valparaíso”, 1822, autora: Mary Graham. Fuente: (5) (muestra al fuerte San Antonio).

El Castillo de San Antonio, a los pies del actual Cerro Artillería, fue construido alrededor de 1600; por tanto, es la más antigua fortificación porteña. Era una batería a flor de agua, en forma de herradura. Estaba ubicada en una puntilla de tierra, en el lado norte de la bahía, aproximadamente donde está la actual calle Bustamante.

Castillo de la Concepción,

“Plano del Fuerte de la Concepción cituado en la parte Meridional del Puerto de Valparaiso”.

El Castillo de la Concepción, en el cerro del mismo nombre, fue construido durante el período del gobernador Juan Henríquez (1670-1681) en base a 8 cañones que envió el virrey del Perú, conde de Lemos. Este castillo fue como resultado (entre otros) de la reacción del virreinato del Perú al saberse la noticia del asalto y saqueo de Panamá por el pirata Morgan.

Castillo San José

Entre los años 1519 y 1615 corsarios y piratas ingleses saquearon y destruyeron Valparaíso. A raíz de esto, el entonces Gobernador de Chile, José de Garro, ordena la construcción del Castillo San José en el cerro Cordillera. Según la descripción de la época se informaba que:

el fuerte se levantaría en el cerro que está entre las quebradas de San Francisco y de San Agustín. Es un cerro con paredes bastantes abruptas, pero con una gran explanada en su cima; el roquerío y la playa (calle Serrano) que conducen al sector de San Agustín (plaza de Justicia) se rellenará y será la base de una batería baja. En la zona alta se instalarán los cuarteles, la capilla, el polvorín, la cárcel, el cementerio, en fin, todos los servicios; luego, un camino de caracol (calle Castillo) unirá esta zona con la parte baja, en el sector del embarcadero (plaza Echaurren), donde estará la casa del Gobernador, la guardia y, por la costa, junto al mar, un murallón o planchada (calle Serrano) con baterías bajas. También se proyecta traer agua por un canal desde la quebrada de San Agustín, cruzando los cerros que están al respaldo de la fortaleza (calle Canal)”.

La explanada baja era llamada la Planchada. Por ello, la calle que corría por su borde fue llamada calle de la Planchada (actual calle Serrano). La batería de la Planchada era llamada Castillo Blanco, por el color con que estaba pintada.

 

 

Traducción libre:

 

A El mar.

B La playa

C Camino al pueblo

D La planchada

E Entrada al castillo

F Patio y vivienda del gobernador

G Puerta y subida al castillo

H Puerta de entrada al castillo

I ¿??

J Capilla

K Baluarte del lado de San Francisco

L Sala de armas

M Calabozo y presidio

N Puerta principal por tierra

O Foso

P Baluarte del lado de tierra

Q Casa

R Baluarte del lado de San Agustín

S Baluarte del lado del mar

T Bodega

V Muralla que rodea al castillo

Plano del Castillo de Valparaíso, 1740 (fuente: Vásquez et al., 1999).

 

 

La construcción comenzó en 1682 según algunas fuentes y 1687 según otras. En cualquier caso, la edificación del castillo termina en 1692 y se convirtió en la residencia de los gobernadores de Valparaíso. El castillo de San José jamás actuó en guerra, ya que desde su terminación ningún pirata ni filibustero asomó por el puerto. Toda la mercadería que entraba al Puerto llegaba por el camino al castillo, ingresaba por el portal en la parte alta, se revisaba, medía y se clasificaba y se pagaba tributo en el castillo autorizándose con el sello de puerto hacia su destino.

El 7 de junio de 1730 un terremoto afectó la ciudad de Valparaíso y el Castillo San José quedó en ruinas, aunque posteriormente fue reparado y reconstruido por el ingeniero militar francés Amédée-François Frézier.

El terremoto de 1822 derribó definitivamente el castillo. La propiedad se dividió en 18 terrenos que fueron subastados en 1840. Uno de los compradores fue John Mouat, relojero, óptico e ingeniero de origen escocés, quien construyó su casa en el lugar. En 1843 Mouat levantó un torreón en el que instaló un telescopio adquirido desde Inglaterra pasando a convertirse su vivienda en el primer observatorio astronómico de Chile. La vivienda es de estilo colonial. Su arquitectura es la típica de las casas de la época; muros de adobe, ventanas enrejadas, corredores en pilares de roble y ciprés sobre bases de piedra y cubierta de tejas. Posee un patio central de forma rectangular, alrededor del cual se distribuyen las habitaciones. La casa resistió los terremotos de 1906, 1927, 1965, 1971 y 1985, sin embargo, en el de 1971 algunos de sus muros se dañaron y terminaron desplomados para el de 1985. La casa fue luego restaurada y funcionó un tiempo como el Museo Lord Cochrane. Desde el 2007, la conservación del monumento está a cargo de la municipalidad de Valparaíso.

 

Detalle de los cañones conservados que habrían pertenecido al antiguo Fuerte San José y panorámica de la casa colonial que alberga el museo Cochrane en la actualidad.

Polvorín de la Quebrada de Elías.

Fuente: “Valparaíso. la historia que se oculta bajo el pavimento” texto: S Claudio Henríquez y S. Jaime Vera, fotografía: Jaime Vera.

Durante la Colonia la pólvora se importaba mayoritariamente del Perú. Esta era utilizada, en minería, cuarteles y fuertes.  El Gobernador de Chile, Luis Muñoz de Guzmán, aceptó construir un Almacén de Pólvora en Valparaíso (FIG.17), debido a la guerra con Inglaterra, considerando el proyecto elaborado por el Capitán de Ingenieros don José Miguel María De Ateros, quén señala que sería un “...Almacén de pólvora a prueba de bomba que se proyecta construir sobre la quebrada que llaman de Elías...”, lugar elegido por un grupo de ingenieros y capaz de contener unos “800 quintales de pólvora“. Por razones climáticas, Ateros desecha la construcción liviana del almacén, cubierto de maderas y tejas, que permiten la descomposición del azufre por el calor y del salitre por la humedad, aspectos sólo superados con un edificio de ladrillos. Muñoz de Guzmán accede a su construcción en Decreto del 2 de octubre de 1807. También se convirtió en arsenal militar, guardándose allí las armas de Valparaíso.

Actualmente es el único edificio colonial que sobrevive en Valparaíso, está ubicado en el Parque Cultural ex Cárcel. Fue liberado de todas las estructuras actuales que lo rodeaban y reforzado interiormente y se puede apreciar ahora en su fisonomía original.

 

Arcos y acceso del polvorín colonial e interior del mismo edificio, con vigas, pasarelas y refuerzos estructurales.

Castillo del Barón.

Ya al finalizar la época colonial, el gobernador Ambrosio O'Higgins, en 1783, ordenó construir en la banda opuesta de la bahía, desmontando un alto morro que allí había, una fortaleza que cruzara sus fuegos con el de San Antonio. Este fue el Castillo del Barón.

Los cañones coloniales.



Dos cañones actualmente instalados en el Patio de los Cañones de la Escuela Naval, en Valparaíso, fueron construidos en Lima por orden del Virrey Manuel de Amat y Juniet en 1772, siendo su fundidor Joannes Espinoza y fueron emplazados uno de ellos en el fuerte San Antonio y el otro en el Fuerte San José. Posteriormente, en 1982, fueron donados a la Escuela Naval donde se montaron en cureñas gualderas de bronce, que no corresponden a la época, ya que originariamente eran de madera. Sus nombres son Triunfante y Trepidoso.

Junto a éstos también llegaron a Chile otros 6 cañones similares: El Relámpago y El Furioso, actualmente instalados en el patio de los Cañones de La Moneda en Santiago, El Marte y El Rayo instalados en la Plaza de Armas de Lebu y el El Colérico y El Destruidor, instalados en uno de los patios de la Escuela Militar en Santiago.

miércoles, 24 de marzo de 2021

LOTA 4a

 LOTA

 

CAPÍTULO IV: PIQUES Y CHIFLONES

Lota y sus primeros “Piques”.

                                        

Se denomina “pique” a una excavación vertical provista de una “cabria” que permite subir o bajar una “jaula”, entre la superficie y el nivel inferior de la mina, el “enganche”, que conecta con las galerías principales de la mina. La jaula es movida mediante una maquinaria extractora, a vapor en los primeros tiempos y eléctrica posteriormente.

Los primeros mineros de Lota explotaron el carbón en las partes donde se presentaba en la superficie, estos afloramientos se encontraban en la parte este del cerro de Lota Alto, donde se hicieron pequeñas minas inclinadas.

El primer pique que se cavó en Lota estaba situado en lo alto de la meseta que forma la punta sur de Lota Alto. El segundo, que se llamó el Pique de las Diucas, fue hecho en la falda que mira a Lota Bajo. Para facilitar el acarreo de los productos de la mina, se construyó un plano inclinado desde el pique de Lota Alto hasta la orilla del mar. Para el embarque del carbón a bordo de las naves, se hizo un muelle de madera, del cual no queda ningún vestigio, habiéndose reemplazado por el actual muelle que fue construido en el año 1856, en el mismo lugar. Desde el pique de las Diucas, el carbón era trasportado en carretas hasta el muelle.

Existieron varios otros piques y bocaminas, pero al poco andar, en 1869, el agotamiento de los mantos subterráneos superficiales obligó a la empresa carbonífera a profundizar las labores y extenderlas para trabajar los mantos submarinos existentes bajo la playa y el mar. Así vienen el pique Chambique y el Lotilla, de 1oo metros de profundidad; después el Centinela en el límite de la concesión de la compañía de Lota vecino a la mina llamada Playa Negra de los señores Rojas.

 

 

 Uno de los primeros piques de Lota, al fondo, las primeras casas de Lota Alto. Fotografías de 1853.

 

Otro de los primeros piques. Sobre el cerro casa de administración en lo que posteriormente sería el "Parque de Lota".

Cancha de carbón de un pique no identificado.

 

Otra cancha de carbón.

 

 Cancha de carbón y obreros paleándolo a carros de madera.

La explotación del carbón, en Lota, hacia fines del siglo XIX se efectuaba por los piques Centinela, Arturo, pique y chiflón Carlos, Chambeque y Alberto y estaba en construcción el Pique Grande, como se desprende de la publicación “Apuntes de viaje” de Francisco Marcial Aracena, 1884, parte de la cual se copia a continuación:

La explotación general de las minas (de carbón de Lota) se lleva a efecto por los puntos siguientes:

Pique Centinela. Situado en la parte más al norte, hoy día paralizado. Tiene una hondura vertical de 64 metros, máquina a vapor de fuerza de 18 caballos nominales, cilindro de 0,40 m, y cable de acero de 0,021 m de grueso.

Pique Arturo. Este pique, continuando la misma línea hacia el sur, queda a 400 metros al NE del pique chiflón Carlos. Su hondura es de 117 metros verticales, y su explotación diaria llega a 120 toneladas. Cuenta con una buena máquina a vapor de fuerza de 18 caballos, con dos cilindros de 0,30 m de diámetro y cable de acero de 0,11 x 0,118 de grueso.

Pique Chiflón Carlos. Es el de más importancia en todo el establecimiento. Se encuentra situado a 400 metros de distancia al SE de Arturo y a 500 metros al N del pique Lotilla. Su hondura es de 910 metros, hondura inclinada, y explota 350 toneladas al día. Para su servicio cuenta con una magnífica máquina a vapor de fuerza de 25 caballos, cilindro de 0,50 m de diámetro y cable de acero de 0,25 m de grueso.

Pique Lotilla. Situado a 500 metros al S del pique Carlos y a 1.000 metros al N del pique Chambeque. Su hondura vertical no llega a 100 metros (96) y explota 120 toneladas al día. Posee máquina a vapor de 20 caballos de fuerza, con cilindro 0,40 m de diámetro y cable de acero de 0,112 x 0,118 de grueso.

Pique Chambeque. Distante 1.000 metros al S del Lotilla, 300 al E del Alberto, y situado en una pequeña bahía que lleva su nombre. Su hondura vertical es de 102 metros y su explotación ordinaria alcanza a 280 toneladas al día. Posee máquina a vapor de 20 caballos de fuerza, con dos cilindros de 0,35 m cada uno de diámetro, y cable de acero igual al que posee el pique Lotilla.

Pique Alberto. Situado en la parte más al sur del establecimiento y distante 300 metros al O del pique Chambeque. Su hondura vertical alcanza a 140 metros y su explotación es de 250 toneladas al día. Posee máquina a vapor de 20 caballos de fuerza, con cilindro de 0,50 m de diámetro y cable de acero de 0,112 x 0,118 m de grueso.

Pero la arteria principal de los grandes trabajos y del extenso laboreo de las minas de Lota será más tarde el pique Grande Carlos, situado entre los piques Lotilla, Chambeque y Alberto. Aún no explota nada, pues se está siguiendo simplemente, y hasta la fecha cuenta con 280 metros verticales de hondura, un diámetro de 460 centímetros, y sus paredes o cajas con revestimiento de ladrillos.

Nota. El Pique Grande Carlos fue inaugurado el 17 de octubre de 1889, después fue llamado Pique Grande Arturo y finalmente solo Pique Grande.

Según Miguel Machado, en publicación de 1905:

“Los mantos se inclinan al Oeste i penetran rápidamente en el mar. Los que se esplotan son tres: «La Doble», con dos capas de carbon; la primera de 0,48 m. de grueso i la segunda de 0,56. Estas capas están separadas por una de arcilla de 0,30 m. de espesor. «La Chica» de 1,22 m. i «La Gruesa» de 1,72. Hai ademas otros seis mantos con gruesos que varían entre 10 i 20 centímetros. El carbon se estrae de una profundidad de 50 a 400 metros. Se encuentran en esta formacion varias fallas i las unas tienen una direccion N.S: i las otras E.O. Los trabajos se estienden mas de 4.000 metros bajo del mar.”

A comienzos del siglo XX, poco a poco se fueron abandonando los piques cuya producción se fue agotando, manteniéndose en vigencia, a fines de los años 50 solo 4 minas: el Pique Grande Arturo, el Chiflón Carlos, el Pique Alberto y el Pique Carlos Cousiño, estando este último, a esta fecha, en proceso de desarrollo. Las cuatro minas producían alrededor de 1.150.000 toneladas al año. El Pique Chambeque, abandonado como centro de extracción a fines del siglo XIX se mantuvo como la ventilación del Pique Alberto. Cerró definitivamente sus galerías, bloqueando su entrada, en abril de 1970.

Pique Lotilla

“Lotilla se encuentra al norte de Chambique: las capas han sido tomadas a 95 i 105 varas de profundidad. El sistema de trabajo adoptado es casi el mismo que en Chambique con la diferencia de que en Lotilla hai necesidad de tener mui bien arreglada la ventilación por la inmensa cantidad de gas inflamable que se desarrolla en una parte del laboreo. Por este motivo se emplean solo lámparas Davy i no se trabaja con pos.

La máquina de vapor empleada en la estracción es de fuerza de 16 caballos; el pique es circular i tiene 10 piés de diámetro; está mui bien fortificado con curvas de madera en las partes en que las cajas son poco consistentes. Los listones en que engranan las abrazaderas de los carros son de 3 ½ pulgadas de cuadro.

El laboreo se estiende mas o ménos 700 varas al Norte i 300 al Sur. Debajo del mar, hácia el Oeste, se estiende 180 varas; en el remate en esta parte se ha encontrado una grieta que ha hecho desaparecer la capa…….

Al N. y E. de Lotilla, hai varios otros piques que ántes han servido para la explotación de las capas en esas partes. Están hoy de para, pues los existentes bastan para el consumo.

La estracción que actualmente se hace por Lotilla, es de 1,500 a 2,000 toneladas mensuales

Los barreteros i carreros entran al trabajo a las 5 de la mañana en verano i a las 6 en invierno; salen a las 5 y 6 de la tarde. En el interior de las minas comen i almuerzan. A horas determinadas sus camaradas (así llaman ellos a sus mujeres) a la boca del pique con cestos que contienen los alimentos. Se colocan éstos en las jaulas ordenadamente, i un hombre baja con ellos para hacer la distribución.”

Estractado de los Anales de la Universidad de Chile: “Industria minera de Chile.- Estado actual de las minas de carbon fósil de Lota i Lotilla en la provincia de Concepcion. Leonidas García, 1861.”

Piques “Arturo”, “Centinela” y “Playa Negra”.

Playa Negra. Corría el año 1877. Las minas de Playa Negra, colindantes con Lota Alta, estaban situadas al Norte de la Puntilla de Lota. Los datos recogidos sobre la iniciación de la explotación del carbón en Playa Negra son algo contradictorios, pero parece desprenderse que los primeros trabajos emprendidos allí lo fueron por Manfredo Rojas, durante los años 1852 a 1855, el cual era administrador de su hermano Joaquín Rojas, y después por Ramón H. Rojas, pasando posteriormente estas minas al poder de Jorge Rojas Miranda, quien estableció allí un importante establecimiento carbonífero.

Los laboreos de Playa Negra seguían la inclinación de los mantos de carbón con dirección Este a Oeste. Los de Lota, en el Pique Arturo, distante más o menos trescientos metros al suroeste del deslinde de Playa Negra, llevaban una dirección general de sur a norte. Siguiendo unos y otros su curso, las faenas de estas dos empresas rivales tenían forzosamente que encontrarse, y en tal caso, o Playa Negra cortaba a Lota el paso hacia el norte, o este último impedía a Playa negra avanzar hacia el Poniente, dejando encerrado este último establecimiento en una faja estrecha a lo largo de la costa. De acuerdo a la legislación de ese tiempo, el que primero avanzara obtendría el amplio dominio del océano, dejando encerrado al otro en un campo reducido. Era, pues, una lucha de vida o muerte y la cuestión valía millones.

Los trabajos de Playa Negra se habían internado ya lejos debajo del mar; fue entonces cuando Lota empezó el Pique Centinela. Las excavaciones comenzaron en el límite mismo de la concesión de Lota, lindante con Playa Negra y debían avanzar a toda prisa hacia el norte. Los trabajos se emprendieron con gran energía; no se descansaba un solo instante, trabajando de día y de noche. En uno y otro campo se experimentaron las sensaciones de una verdadera batalla; el tesón de los obreros corría a parejas con la ansiedad de sus jefes. La victoria quedó, en fin, por parte de Lota; la labor Centinela paso frente a los edificios de tierra de su adversario y siguió su marcha triunfadora hacia el norte. Playa Negra quedo vencida y la prosperidad de Lota asegurada por muchos años más.

 

Pique “Playa Negra”, al fondo, la silueta de Lota Alto.

Playa Negra. Esta mina se encuentra al norte de Lota. Los trabajos se iniciaron en 1853 por Manfredo Rojas, siendo después el propietario de estas minas Jorge Rojas Miranda. Los mantos tienen una inclinación al Este y son los mismos de Lota (Lotilla). En 1853 se extrajo 3.500 toneladas de carbón.

 

“Pique Arturo”

 

“Pique Lotilla”, (foto de 1862)

 

"Piques Centinela y Rojas".

Analizando las 3 últimas fotografías se puede deducir que los piques llamados "Lotilla" y "Arturo" son el mismo pique.

 

Pique N° 8.

 

Pique N° 8, al borde de un barranco. Fotografía de 1852, sobre el cerro se ve la primera capilla de Lota Alto.    

Pique núm. 8.- Se encuentra al Sur de Chambique, i las labores de uno y otro están comunicadas. Las capas fueron tomadas a 44 y 55 varas de hondura. El carbón es de la misma calidad que el de Chambique.

La estracción se hace por un pique mas o ménos fortificado que los anteriores; solamente se diferencia es que aquí no hai los rieles de madera o listones que en los otros. La máquina de vapor que sirve para la estracción, es solo de fuerza de 8 caballos. El carbón que sale a la boca del pique es vaciado en un arnero inclinado i acanalado de 3/ de pulgada de ancho. El carbón pasa a un depósito; el carboncillo cae a un nuevo arnero cilíndrico i jiratorio, cuyos claros son de 3/8 de pulgada de ancho. El carboncillo que queda en el cilindro, es empleado por los vapores Varas i Cloda. El que pasa se consume en la fábrica de ladrillos a fuego o en el establecimiento de la fundición de metales.

Tomado de Anales 1861 “Industria minera en Lota y Lotilla”.


 

Pique Chambeque

Interesante es la descripción de la explotación del “Pique Chambique” (en ese tiempo el más importante de Lota) en los Anales de la Universidad de Chile: “Industria minera de Chile.- Estado actual de las minas de carbon fósil de Lota i Lotilla en la provincia de Concepcion. Leonidas García, 1861.” Esta descripción es válida para todos los piques en explotación en esa fecha (1861), (Extracto libre).

“Pique de Chambique. Tiene 110 varas de hondura; en el plan corta la 3° capa, i a las 100 varas la 2°.

La labor principal sale del plan del pique con rumbo N. ½ E., i se estiende 400 varas mas o ménos con una inclinación de 4% subiendo. Su anchura es de 4 varas i su altura es la de la capa. A cada 15 varas se llevan labores transversales i perpendiculares a la anterior, a uno y otro lado i con inclinación de 10 a 18% mas o ménos, que es la de la capa. Aquellas son cortadas a su vez por paralelas a la principal o maestras, que parten de los transversales a cada 25 varas, dejando macizos de 15 varas de frente por 25 de fondo…….La ventilación ser hace por medio de otro pique abierto con este único objeto, cuya boca está a mayor altura que el anterior, i comunica con una de las labores transversales.

El cielo de las labores, que es de tosca o pizarra arcillosa, es por lo general bastante consistente i se sostiene apoyado en los macizos; pero con la humedad se ablanda, quebrajea, i hay muchas veces necesidad de sostenerle con enmaderación para evitar un derrumbe.

…..respecto del pique por donde se hace la estracción; es este cilíndrico, i en las partes que las cajas han sido poco consistentes, se les ha sostenido con curvas de madera, perfectamente ajustadas. La estracción del carbón se hace en carros de madera con cuatro ruedas, que corren sobre caminos de hierro. Para este objeto se arrienda el piso de las transversales y maestras, que son útiles para el caso. En la unión de unas con otras se hace una plataforma de plancha de hierro que sirve para pasar el carro de una a otra vía, haciéndole jirar un cuarto de círculo.. Un torno colocado en la parte superior de las transversales i en el que se arrolla una cadena que se engancha a los carros, sirve para subir los vacíos i bajar los llenos a la vez. Los carreros esperan a éstos en la plataforma, les desenganchan de la cadena, hacen jirar sobre aquella i enrielan en la maestra. Aquí colocados, les dan un impulso que les hace bajas rápidamente por la pendiente, los carreros se limitan entonces a bajar conteniéndoles i les llevan hasta el pique;….. ……Llegados los carreros al pique, introducen los carros en jaulas de hierro, que contienen dos carros a la vez, uno al lado del otro. Las jaulas tienen sus abrazaderas a cada lado, que engranan en listones de madera verticales y sólidamente dispuestos en el pique.     Una máquina de vapor, de fuerza de veinte caballos, es el motor empleado para la estracción antedicha ………Los carreros vuelven con nuevos carros a su tarea. Todos los caminos son de doble vía.

Mui poco hidrójeno proto-carbonado se desarrolla en este laboreo, por cuyo motivo se emplean en él lámparas ordinarias.

El pique Chambeque o Chambique fue construido en 1852. Originalmente era una mina sencilla de pocos metros de profundidad, ubicada cerca de la costa, al norte del Parque de Lota. También existieron 2 chimeneas de al menos 15 m de altura, construidas con ladrillos refractarios fabricados en la misma empresa minera. El pique de extracción tenía forma cilíndrica, revestido con madera a causa de lo húmedo del terreno. Se comunicaba interiormente con el Pique N°8. Se trabajaba mediante el sistema de “pilares”. Los barreteros extraían el carbón a golpes de picota o cuña y combo, trabajaban a contrata según la cantidad de carbón extraída y cargada en los carros. Tenían que financiar a sus ayudantes y al aceite para las lámparas. La movilización del carbón por las galerías era mediante carros de 400 kg montados sobre rieles y empujados a mano, mediante tornos o arrastrados por caballos, para lo que contaba en sus galerías con pesebreras. Poseía un pique de ventilación propio para sus extensas galerías.

Con el correr de los años y aplicando las tecnologías existentes en ese entonces, se fueron mejorando las construcciones del pique, como también las jaulas de extracción, contó con iluminación a gas y un muelle para la carga del mineral. Para 1880, aproximadamente descendía en forma vertical unos 100 metros, explotándose unas 280 toneladas de carbón por día. Desde sus galerías se extraía no solo carbón, sino que también el material arcilloso para la construcción de ladrillos refractarios y otros objetos como tejas, cañerías, etc.

Tanto Chambeque como Lotilla fueron abandonados como centros de extracción, a fines del siglo XIX, destinándose el primero a la ventilación de otros laboreos. Cerró definitivamente sus galerías, bloqueando la entrada, en abril de 1970.

 

Pique Chambeque en sus etapas iniciales, 1866.

 

Otra fotografía de los inicios del Pique Chambeque. 

 

 El Pique Chambeque ya más modernizado.

 

El llamado “Chambique Nuevo” en fotografía posterior.

Composición de 2 fotos que nos muestra la Caleta Chambeque, sobre el cerro el palacio del Parque y a la derecha un navío de guerra abandonando el puerto..

 

Muelle Chambeque.

 

Un lanchón cargando carbón en el muelle Chambeque.

   

Un pequeño velero abandona la bahía Chambeque. Estas 2 fotografías parecen ser parte de una sola, mayor.

Posteriormente toda la quebrada Chambeque, sus piques, la maestranza, la fábrica de gas, el muelle e incluso la bahía fueron sepultados por la montaña de “tosca” que se vertió en este lugar cuando se abrieron las galerías del nuevo Pique Carlos Cousiño.

 

Vista actual del sector en que antiguamente se ubicaba la Bahía Chambeque, a la izquierda, las cabrias del Pique Carlos Cousiño.

 

Pique “Alberto”.

 

El Pique Albero en sus primeras etapas.

El Pique Alberto fue inaugurado el 11 de febrero de 1875 por el mismo Luis Cousiño, iniciando la explotación del mineral a 140 metros de profundidad. Posee una cabria de acero y un pozo rectangular de 3,88 x 2,53 metros, que en sus inicios estaba revestido de madera de roble. La extracción del mineral se hacía con un winche a vapor, de 20 HP, que levantaba dos jaulas de dos pisos cada una, alzando los carros provenientes del pique con hasta 400 kilos de carbón cada uno, lo que permitía extraer la elevada cifra de 250 toneladas de carbón diario. Las guías de las jaulas eran del sistema flexible de cables.

Con el tiempo, el Pique Alberto se modernizó tanto en la superficie como en sus galerías, avanzando en profundidad, unos 350 metros. La longitud total de las galerías de este pique alcanzó a 23.300 m y la longitud de las vías a 26.000 m. Los sinfines sumaban en total 4.720 m de longitud, atendiendo así al laboreo Laraquete y en forma parcial al Esperanza. Se le dotó de un winche a vapor de 440 HP. La producción diaria, en sus mejores tiempos, fue de 760 tn; llegaron a laborar en este pique 1.100 hombres y poseyó una dotación de 1.200 carros de acero y madera, con capacidad para 400 kg cada uno.

Poseía dos ventiladores, ubicados en el Pique Chambeque, pues ambas labores se hallaban comunicadas, situado a 500 metros del “Alberto”, el que estaba dotado de una exclusa que permitía bajar materiales y maderas sin interrumpir la ventilación. Además, estaba equipado con un winche eléctrico de 150 HP y de 2 ventiladores eléctricos.


 

Pique “Alberto”

 

Otra vista del Pique Alberto.

 

Pique “Alberto” y la primera central termoeléctrica.

 

Cancha de carbón del pique Alberto.

   

Vista panorámica del sector de las canchas de carbón del Pique Alberto. 

 

Pique Alberto y a la izquierda  las 2 centrales termoeléctricas.     

 

El Pique Alberto durante su construcción

 

Fotografías al año 2000 de la cabria del Pique Alberto.

 

Fuerte Alberto, batería instalada durante la Guerra del Pacífico en las cercanías del Pique Alberto,


 El Chiflón “Carlos”

 

Chiflón y Pique Carlos en sus primeros tiempos.

 

El Chiflón Carlos en 1854.

Vista panorámica del sector del Chiflón Carlos.

Planta de harneros, central a vapor y maestranza del Chiflón Carlos.

Planta de harneros del Chiflón Carlos.

 

Ingreso al chiflón, al fondo el cerro del "Morro del Cuervo", cuando aún era una isla. 

 

Mineros bajando por el chiflónficado

El yacimiento Carlos, vivió su auge gracias al hallazgo y extracción del carbón de piedra ubicado en el manto Chico, también denominado carbón metalúrgico, de mayor potencial calórico. El Chiflón Carlos se caracterizó por poseer ventilación natural, su acceso se hace por medio de 2 galerías inclinadas de 12 m2 de sección, perforadas en el “Manto Chico”, con una inclinación media de 14° y una longitud de 928 m, totalmente enmaderada. Fue habilitado en 1901 en reemplazo del primitivo Pique Carlos, que existía desde la época de Matías Cousiño, un poco más al norte del actual Chiflón. La mina estaba provista de 2 máquinas sinfín eléctricas, de 135 HP cada una, que trabajaban alternativamente, asegurando así un servicio permanente. La longitud del sinfín principal y los existentes en el interior sumaban 5.200 m. El total de las galerías alcanzó a 31.292 m y la longitud de sus vías, a 37.200 m. La ventilación se hacía por un pique vertical, perforado un poco al norte del Chiflón dotado de un ventilador eléctrico. La mina llegó a contar con 2.200 carros de madera, de capacidad de 500 kg. La producción media diaria fue de 920 tn, laboraron hasta 1.500 obreros. Actualmente este chiflón, con el nombre de Chiflón del Diablo está habilitado como circuito turístico.

 
 

El Pique “Grande Arturo”.

Este pique, inaugurado el 17 de octubre de 1889, está constituido por dos piques verticales, su profundidad es de 280 m; la sección del pique principal tiene 4 m de diámetro y el de ventilación, 3,5 m. Ambos están revestidos por ladrillos, salvo en aquellas partes en que la calidad del terreno no exige revestimiento. Su perforación se inició en marzo de 1878 y fue inaugurado el 17 de agosto de 1889.

La extracción se hacía por el pique principal, el cual estaba equipado de una cabria de acero y de una máquina de tambores, a vapor, de 534 h. p., capaz de levantar 4 carros de 450 kilos de carbón, o bien de tosca (roca), en cada jaula. Las jaulas eran de dos pisos de 2 carros cada una. El sistema be guías para conducir las jaulas en el pique era del tip0 flexible, formadas por cables de acero con sus respectivos pesos tensores. El pique de ventilación estaba equipado también con una cabria de acero y una máquina a vapor de 184 h. p. Este pique se utilizaba para el transporte de materiales y maderas. Las galerías a nivel, los chiflones, la galería principal y las galerías transversales estaban equipadas con sinfines y locomotoras eléctricas o diésel. Los sinfines, en conjunto, tuvieron una longitud de 4.500 metros. La longitud total de las galerías alcanzó a 29.960 metros, y la longitud de vías a 36.000 metros. La trocha común a todas las minas de Lota es de 0,515 metro. La aireación de la mina se hacía por medio de un ventilador instalado en el exterior y conectado con el pique de ventilación, que estaba provisto de una. La producción diaria de esta mina alcanzó a 1.320 toneladas, y el promedio diario por barretero a 7,3 toneladas. Llegó a disponer de una dotaci6n de 2.400 carros y laboraron en ella 2.500 hombres. Posteriormente sirvió de ventilación al nuevo Pique Carlos Cousiño hasta su cierre definitivo en 1997.

 

Esquema tomado de la publicación “Lota 1852 – 1942” de Octavio Astorquiza, editorial Universo, 1942.

 

Minas de Carbón en Lota, Pique Alberto. Orrego, A., 1903 (según Geovirtual); sin embargo, en realidad se trataría del “Pique Grande”. 

  

 “Entrada a un recinto no identificado en Lota”. Fotografía de Domingo Ulloa. Biblioteca Territorial Comunal de la Biblioteca Digital de Chile. Por la chimenea y el año se deduce que es el Pique Grande de Lota.

Vista general del Pique Grande cuando estaba en explotación.

  

“Pique Grande” en los años 60

 

Izquierda. Extracción de los carros en difusa fotografía. 

  

 Izquierda. Cabria principal del Pique Grande. Estructura de metal con una base de hormigón armado.  Derecha. Cabria de ventilación del Pique Grande de características notoriamente diferentes a la anterior.

      

Izquierda. Maquinaria a vapor perteneciente al “Pique Nuevo” en 1903, según el editor Geovirtual, colección W. Griem. Aparentemente es la maquinaria del Pique Grande por los arcos del edificio que la contiene.     Derecha. Maquinaria de extracción del Pique Grande. Fotografía de la publicación Lota 1852-1942, de Octavio Astorquiza.

 

Mineros en el “enganche” inferior del Pique Grande.